Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico. (Rayuela)

sábado, 5 de junio de 2010

Unooo..doooos...tres...cuatrooo...cincoo..seeeis...siete...¡vooy!



Para el niño que hacía multiplicaciones en su armario evitando pensar en cualquier otra cosa. Buscando otra forma más fácil de hallar 37 por 37.
Qué extraño que ponga la foto de alguien cercano, conocido y reconocido (cercano por el éxito de la geografía española (ironía), conocido por el primer amigo que tuvimos en común, y reconocido, porque ya nos vimos en algún momento de nuestras mil y una vidas).

Siempre que conozco o desconozco a alguien quedo con la china, la de Manuelbe. Se mantiene firme dentro del círculo, la espiral y el ocho tumbado. Movimientos con altibajos que circulan y se comportan como continuos deja-vu. Explico: Un año tiene doce meses. Los seis primeros meses, expresados en una gráfica, serían, siempre en el lado superior derecha (positivo-positivo) representados como una línea curva. Si pusiéramos otro eje a mitad de año (exactamente el 3 de junio, vaya usted a saber por qué) los seis primeros meses establecerían una simetría bastante asimétrica con los seis meses restantes. Dibujo:




Digo, simetría asimétrica, porque es la misma forma de línea curva, pero más o menos elevada dependiendo del grado chachiguay (en el eje Y). El eje X es el de tiempo, claro.
Que la línea se pierda, ya fuera de la gráfica, no sé exactamente qué (cojones) significa. Por una vida que no sé cuando terminará. Aunque lo digo, un día de estos me muero.


Carta a la tipa de la ventana de un enorme bloque de edificios cercano a la carretera de La Coruña:

Hola personaje anónimo que viste camiseta blanca. Para mi y para cualquiera que te haya visto desde la carretera sos un busto. Conozco la mitad de tu cuerpo y ya quiero escribirte una carta, che. Resulta curioso que a ti sí y todos los demás a los que conozco en su cuasi-totalidad no se la quiera escribir. Quizá no deba, pero sólo quizá. En cualquier caso, éstas líneas de hormiguitas se píxeles servirán para algo. O eso me gusta pensar. El caso es que estaba yo aplatanada (like always) en el asiento trasero del enorme autobús verde y te vi. Mi amiga Bea balbuceaba una canción en inglés y algunos sonidos se colaban por mis orejas, dado el volumen de sus cascos. Te vi y se me ocurrió que no había nadie en tu casa, un perro ladraba desde algún lugar de tu pieza y a ti te dio por mirar de real y no a través de la ventana. Entonces quizá nuestras miradas se encontraron, a pesar de la distancia. Me gusta pensar que me viste y también imaginaste algo. Como si estuviéramos manteniendo una relación de ausencias. Yo no sabré nunca si pensaste en mi, y vos quizá nunca leerás esta carta. Podría imprimirla, darle forma de avión y dejarla en algún lugar cercano a tu casa. Imagínate qué curioso sería andar por ahí y encontrar una carta, y ya con la emoción del momento descubrir que va dirigida hacia tu persona. Esas cosas pasan, están en los libros y por lo tanto en la cabeza de algún autor, entonces pasan, tienen que pasar. Yo me imagino una situación y puede que pase en algún lugar del universo. Allá donde se crucen dos caminos. Como los nuestros en el preci(o)so instante en que las miradas se encuentran y las cabezas se revolucionan y los corazones te dicen "¡mirá, mirá! ¿te miró? seguro que sí. Y andá que llegas tarde" entonces pensás otra cosa y un perfume viene y va y juegas con las línea del suelo a no pisarlas. Siempre relacioné ese juego como una huida del tiempo. Entretenerse, el ocio, no mirar el reloj o estamparlo contra la pared son escapadas. Como si quisiéramos parar el tiempo para ver si así se pasa más rápida la vida. La hegemonía del tiempo. Y nosotros sus esclavos. Y vos mirando con los brazos en el alfeizar. Y yo haciendo un dibujito en una página de un libro que une vidas. Entonces pasan tres segundos y recibo un mensaje, leo, suspiro y la línea curva se mueve despacito en el eje X y sube en el eje Y.