Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico. (Rayuela)

sábado, 15 de agosto de 2009

Y me alegro




Y me enfado a la vez

Sentado en esta silla, en la que contados culos se han sentado, pero que ha visto más pantalla y mas desastre que cualquier otra que tenga, observo las bragas que la madre de mi querido vecino de en frente ha colgado entre barra y barra del balcón, al sol. Azules, grisas, blancas y negras. Y unos calcetines de esos blancos con dos lineas en la parte superior, de dos colores que no pegan nunca. Qué habrá sido de aquellos calcetines lisos y normales...
Decido levantarme y ducharme, salir de casa y adentrarme por los bares de Malasaña. En mi cabeza su recuerdo no me deja pensar en otra cosa que no sean sus tetas. Era guapa también, y elegante. Algo falta de inteligencia y rapidez, pero sabía hacer las cosas, a su manera, pero sabía.
Y cómo pudo mandarme a la mierda a mi, que dificiles son las mujeres a veces, ya lo decía mi padre..
Llego a Madrid, luces, gente en la calle, alboroto, a veces me soprendo mirando a los rascacielos como un niño, y es que vivir en las afueras te vuelve susceptible a toda clase de intranquilidad. Bendita monotonía madrileña.
Me presento en el bar, pero entro y salgo a la misma velocidad, hay que ver que de elegancia y yo con mi camiseta del Ché y mis pantalones vaqueros heredados de mi tio.
Ando unos 100 metros y encuentro uno algo mas solitario donde pido una cerveza y dudo entre si llamar o no a algún amigo, pero imaginando qu es miércoles, que la gran mayoría tienen hijos y que hace meses que se rompieron los lazos que nos unian, me guardo el movil donde estaba y contemplo el ambiente de donde estoy. Vuelve ella a mi cabeza, y me pido otra cerveza. Voy por la cuarta y empieza a irseme la olla. El barman, corpulento, calvo y con barba me mira como si fuese la séptima maravilla del mundo (y la verdad es que mirando a la gente que hay en la barra, algo de eso si que soy). Le miro y desvía la mirada. ¿Se habrá enamorado de mi? Me empiezo a reir yo solo y todos me miran. Que estrés. Pago y salgo del bar, cuatro niñas muy monas me miran desde la acera opuesta, una de ellas se parece mucho a mi ex... qué coño! es ella!

5 comentarios:

  1. Millás, quiero verte.

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  2. Mmm....y qué pasa después!!!!!!! No me dejes así, coño!!! jajajajajajajajajajaja....

    Me ha encantado la parte de "dudo entre si llamar o no a algún amigo, pero imaginando qu es miércoles, que la gran mayoría tienen hijos y que hace meses que se rompieron los lazos que nos unian".

    Real como la vida misma.

    No puedo parar de escuchar a Santi con Zahara. Será porque es domingo...

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  3. Quería escribir algo, porque me ha molao. Pero no sé muy bien qué escribir (ya ves que irradio originaliad por los cuatro poros cardinales). Así que me limito a decirte que te quiero y punto. O debería decir te quiero y .? Recaspituquis, qué complicada es la vida del poeta...

    Cúidate. E.

    Pd: Para ElGatodelaLuna (mucho gusto, no me juzgues por mi nombre... xDD)al final vuelven, y cuando llevan dos meses juntos ella se entera de que él se había liado con la camarera del bar de la esquina y le deja, porque aunque no estuvieran juntos seguían juntos. En fin, mujeres.

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  4. Pequeña pero gran historia. Esos finales abiertos me gustan mucho... :)

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  5. Pequeña Millás :)
    Me gusta tu manera indirecta de decir, sschtr, hasta aquí hemos llegao' ahora te toca a tí. Me gustan los finales abiertos que dejen paso a la imaginación. Quizá este como el final de la canción de Recuerdo de Ismael, pero nos queda la incertidumbre que nos da optimismo y nos dice que quizá no :)

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